Venía en el colectivo y pensaba como a veces mas es menos,
lo pensaba en términos de una mujer que viajaba en la parte de atrás
claro. No era voluptuosa y les puedo asegurar que muchos no se darían
vuelta al verla pasar y sin embargo estaba ahí sentada mirando por la ventana
y no podía sacarle los ojos de encima.
Es facil culpar a la soledad o a una necesidad de encontrar magia y buscarla
hasta en la mugre que se acumula debajo de las uñas, (se que alguna vez lo hice)...
pero creo que tengo motivos de sobra para considerar que realmente lo valía.. Con esto me refiero a la mirada, la invitación, el café, la charla, las sábanas deshechas por la respiración entrecortada, y su deliciosa contraparte, el desencuentro, la confusión, la incomodidad de sentirse obvio y predicible, el olvido...
De todo esto no saco nada en claro, como siempre, o tal vez si.. tal vez recuerde que a veces las mujeres hermosas en un colectivo pueden dejar de serlo al momento de pisar la vereda.
lo pensaba en términos de una mujer que viajaba en la parte de atrás
claro. No era voluptuosa y les puedo asegurar que muchos no se darían
vuelta al verla pasar y sin embargo estaba ahí sentada mirando por la ventana
y no podía sacarle los ojos de encima.
Es facil culpar a la soledad o a una necesidad de encontrar magia y buscarla
hasta en la mugre que se acumula debajo de las uñas, (se que alguna vez lo hice)...
pero creo que tengo motivos de sobra para considerar que realmente lo valía.. Con esto me refiero a la mirada, la invitación, el café, la charla, las sábanas deshechas por la respiración entrecortada, y su deliciosa contraparte, el desencuentro, la confusión, la incomodidad de sentirse obvio y predicible, el olvido...
De todo esto no saco nada en claro, como siempre, o tal vez si.. tal vez recuerde que a veces las mujeres hermosas en un colectivo pueden dejar de serlo al momento de pisar la vereda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario